Por un error de la Justicia, el exintendente de Tacuarembó Ezquerra se convirtió en colono

El político y empresario compró un terreno en 2017 en un remate judicial sin advertir que se trataba de un predio afectado al Instituto Nacional de Colonización.

El exintendente de Tacuarembó y actual candidato, Wilson Ezquerra, adquirió en un remate judicial en el año 2017 un terreno de unas 23 hectáreas por un valor de US$ 120 mil.

Sin embargo, al momento de realizar las escrituras correspondientes para poner la adquisición a su nombre, se encontró con la sorpresa de que ese campo estaba afectado al Instituto Nacional de Colonización (INC), por lo que requería de autorización por parte del organismo. 

El error inicial fue de la Justicia, según documentos judiciales a los que accedió El Observador, que al detectar que había comercializado un bien que estaba afectado a la INC debió declarar la nulidad de la escritura realizada, para efectuar posteriormente los trámites necesarios con el INC para que aprobara la venta.

En los documentos judiciales consta que «el otorgamiento de la escritura se debió a una errónea interpretación, por entender que una sociedad anónima (Sigran SA) no podía revestir la calidad de colono, advirtiéndose el yerro recién cuando el documento ingresó al registro correspondiente para su inscripción».  

En este contexto, en una resolución del directorio del INC del 2 de mayo de 2019 se resolvió “autorizar al Juzgado Letrado de Primera Instancia de Tacuarembó de 2° turno a otorgar la escritura del padrón rural N°10.614 (..) a favor del señor Wilson Ezquerra Martinotti”.

Asimismo, se aclaró que el predio está “afectado a los fines de interés colectivo de la colonización, motivo por el cual deberá obtener la autorización prevista en el artículo 70 de la ley N° 11.029 siempre que se pretenda enajenar, gravar, subdividir, o cederlo en cualquier forma de disfrute”.

Según comentó a El Observador el político de afiliación al Partido Nacional, dado que se trata de un predio cercano a la ciudad de Tacuarembó, pero tiene poco valor productivo, su intención era la de instalar algún emprendimiento industrial, aunque por el momento está en suspenso.

“En ningún momento manifestó la Justicia que se tratara de un campo de Colonización. Yo la verdad no me siento colono, nunca fue mi intención serlo, ni me corresponde. Uno piensa que cuando compra un bien por intermedio de la Justicia en un remate público el tema de los títulos está saneado”, explicó Ezquerra.

Con área récord de 610 mil hectáreas, el Instituto Nacional de Colonización (INC) es el principal propietario de campos en Uruguay.  

Ezquerra, que se postula como candidato para lograr su tercera administración en Tacuarembó, agregó que hasta ahora lo único que le dijeron es que, en caso de venderlo, le tiene que dar la prioridad al INC, situación que el político y empresario manifestó “no le preocupa”. 

Según informó la radio comunitaria La Kandela de Tacuarembó, que hizo pública la irregularidad, en el momento del remate la tierra fue comprada por Alejandro Ghigliano, un empresario de la industria lechera en el departamento, que posteriormente se la cedió a Ezquerra.

Consultado sobre este punto, Ezquerra manifestó a El Observador que Ghigliano es un conocido, y que al efectuarse el remate él se encontraba fuera del país, por lo que le pidió a Ghigliano que actuara en su nombre en caso de que hubiera una buena oportunidad de negocios. 

Por su parte, el delegado del INC por parte de los productores, Rodrigo Herrero, dijo que no se precisaba autorización para el remate, pero sí para realizar la escritura.

En este sentido, siendo el INC quien determina si efectivamente la persona que va a adquirir un campo afectado al Instituto cumple con los requisitos para ser colono, Herrero explicó que, cuando se da la autorización en el caso de Ezquerra la mayoría del directorio estaba vinculado al gobierno pasado y se consideraron las características del predio.  

En el momento de la resolución, explicaron fuentes vinculadas al INC en el pasado, se tomó en cuenta que la historia del predio venía de la década de 1980, cuando fue vendido bajo la ley de colonización a Sigran SA, que tenía la intención de instalar un matadero que jamás se concretó. Sigran SA dejó importantes deudas con los trabajadores, quienes tras una demanda pudieron cobrar después de la liquidación y el remate judicial.

Con estos elementos sobre la mesa y en consideración de que se trataba de un predio de mucha piedra y con poca capacidad productiva agropecuaria, se resolvió autorizar la propiedad a Ezquerra, aunque el exintendente no cumplía con los requisitos para ser colono que políticamente se manejaban en ese entonces en el directorio del Instituto.  

Ezquerra, por su parte, apuntó que ahora recurrió a sus abogados para que hicieran las averiguaciones pertinentes en Colonización sobre el estado real del predio, el cual ya pagó. 

“Yo no se lo compré a Colonización, no se lo pagué a Colonización. Ahora estoy pensando en ver con la Justicia cómo es el tema, porque yo compré legalmente un terreno pero en ningún momento se me manifestó fuera colono, ni yo siento serlo. A mí no es que me vaya la vida en ese campo, que lo adquirí con el fin de hacer algún emprendimiento industrial o de servicios, ya que no tiene ningún valor para ser utilizado con un fin productivo agropecuario”, aseguró.

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