1- El Uruguay está en Sudamérica. El supuesto exterminio de poblaciones originarias desde el ETNO-genocidio charrúa de 1832, ha llevado a la academia a considerar que UY es un “pueblo transplantado”, “bajado de los barcos”, y al no tener comunidades indigenas,dicen, no tenemos campesinos, ni se ratifica el 169 de la OIT . Sin embargo 5% de la población declaró en 2011 tener algun ascendencia indígena.
Si entendemos al campesino sudamericano como un productor familiar independiente, con residencia en predio y con diversos regímenes de acceso a la tierra y los medios de producción, en Uruguay Sí hay campesinos.
Por lo que una diversidad de productores familiares de alimentos (en mas de 20 mil establecimientos), 6.000 sin tierras y 1600 pescadores artesanales ESTARÍAN comprendidos por la Declaración de los Derechos campesinos de la ONU (que fue aprobada por el progresismo PERO considerada NO VINCULANTE). También cabe destacar que en los 15 años, en todo el ciclo progresista, no hubo ni una sola movilización por la tierra y el territrio de las organizaciones afines al progresismo. Ni de las organizaciones sociales de los asalariados rurales vinculados a la central sindical nacional ni a las sociedades de fomento rural de las produccón familiar que se beneficiaron de las llamadas “políticas diferenciale”.
Por el contrario todas las movilizaciones fueron en conflicto con el progresismo: desde las ocupaciones de tierra para trabajar en el norte del país hasta la resistencia rural a la megaminería a cielo abierto impulsada por el gobierno del Pepe Mujica.
El 2019 muestra, que estos 15 años de una agenda de gobierno para superar aquella crisis del 2003, sacrificó a la tierra y al territorio, para bajar la desocupación urbana y la pobreza se le dió rienda suelta al proyecto extractivista neoliberal implantado por la dictadura cívico militar y las leyes forestales y de zonas francas de 1988.
2- La derecha y el progresismo nos llevaron a ser uno de los países más extranjerizados LEGALMENTE de sudamérica ¿40% del territorio productivo?.
En Uruguay (que tiene apenas unas 16 millones de há. productivas) se extranjerizó una superficie equivalente a lo que los paramilitares se han apropiado a punta de fusil en Colombia, o lo que el agronegocio se puede apropiar con el incendio del Bosque seco chiquitano en Bolivia, pero en Uruguay las multinacionales no lo obtuvieron ni por las armas ni por el fuego, sino por la vía legal, porque esa es la “marca país”: la legalizacion institucionalizada del saqueo.En Uy el problema no son los negociados sino los negocios.
3- No hay política de tierra para el 97% del territorio, como lo hemos presentado en el informe técnico del MRXLT. El INC resiste en un 3%, y la semana pasada el gobierno de la derecha le quitó 100 mil hectáreas de colonos propietarios, mientras persisten presiones liquidacionistas, para re-mercantilizar las tierras públicas.
En el otro 3% el Instituto Nacional de Colonización, que logró reactivarse en el ciclo progresista, se pudo mantener el arraigo de unos 20 mil colonos, y esto hay que valorarlo, aunque a este ritmo se demoraría 60 años en atender la demanda de tierra, un poco más de lo que planteaban los compañeros de Perú que se demoraría para reconocer la legalidad de las comunidades campesinas originarias.
Aqui no hay tercios, como otros países. La producción familiar apenas ocupa un 15% de la superficie productiva y tiende a desaparecer, por lo que las proyecciones son limitadas. Desde hace 50 años una tercera parte del territorio sí está en establecimientos de más de 2500 hectáreas. Por lo que en el campo uruguayo no hay derecho a la tierra.
Dr. Pablo Diaz Estévez, 9 de julio de 2020
Texto completo en: http://patanchaenlatierra.uy/